martes, 28 de agosto de 2012

Tanto espere que los relojes se cansaron de girar a la derecha,
sus flechas mareadas bailan sobre las doce y cuarto,
el sonido de los pocos autos que pasean por mi ciudad
mientras el viento acaricia la punta del edificio mas alto
formando la tarde perfecta..
sabiendo que ese corazón de cemento finalmente se quebró
haciéndote desaparecer sigilosamente mientras los restos de tu cuerpo
hacen su último recorrido por este lugar..

FP"

No hay comentarios:

Publicar un comentario